"Críticamente correcto"

Si Formas parte de la profesión del espectáculo, sea cual sea la especialidad o la dedicación, seguramente tarde o temprano habrás vivido una de las situaciones más repetidas y cotidianas al asistir a funciones de otros compañeros.

Uno de los fenómenos que más se dan en el teatro es pedir invitaciones a los actores para ir a ver la obra.
¿Cuál es el motivo de esta práctica tan empleada por la profesión?

Supongo que se tiene que ver muchos malos espectáculos para no estar dispuestos a pagar ( En muchas ocasiones) los tres euros que cuesta la entrada.

Maticemos algo antes de seguir.

Si la entrada costara 25 euros como viene siendo habitual en teatros privados y públicos de Madrid o Barcelona, veo lógico que si no consigo invitación, pague la entrada. Pero, esto de no pagar tres euros. ¿se debe a un ritual supersticioso a lo “amarillo molière” o lo tomamos como un intercambio a lo: No, pero luego le invito a una cerveza”. Porque siendo así. Con entradas de 25 euros. Uno sale “bien cenado”.

Y volviendo a lo que nos concierne.

Recogemos las invitaciones en la taquilla y vemos desfilar una muchedumbre que está dispuesto a pagar tres “eurazos” y que no para de preguntarse tras leer el díptico, cómo es que no conocen a ninguno de los intérpretes que figuran en el reparto.
Alguna vez he oído. “¡Coño, por tres euros qué te vas a esperar!” Interesante.

Un actor “viciado” en el peor de los sentidos, ha resoplado en su asiento unas tres o cuatro veces antes de que se suba el telón y ha susurrado su especie de desidioso prefacio ritual: ¡Bueno…a ver qué tal…!
Acto seguido cruza sus brazos y aprieta fuertemente los labios.

-esto es muy importante-

Los actores deben tener un perfecto control sobre su respiración. Es precisamente aquí donde esa técnica llega a su clímax.

Una vez sellados los labios, respira profundamente antes de que suba el telón. Poco a poco va controlando la tensión de todo su cuerpo, subiendo el tórax y apretando los brazos contra el pecho. El cuello y cabeza se inclinan levemente hacia atrás proyectando su mirada sobre las primeras luces de escena. Abre los ojos un poco más al oir la música. Algo muy sutil, muy pocos consiguen perfeccionar esta última parte, y justo cuando el actor suelta su primera frase, el magistral espectador exhala todo el aire reprimido en un bufido a la vez que descruza sus manos del pecho para apoyarlas en los reposabrazos y recolocar el culo en una nueva posición sobre la mullida butaca.
La función acaba de empezar.

El disfrute de un actor/director/productor ante la representación es similar a la de un preuniversitario ante un cuadro de caravaggio.



Comentario diapositiva = Representación teatral



Época. - ¡Pues ese vestuario no pega ni con cola!

Estilo. - ¡No me digas que se van a tirar hablando así toda la obra!

Escuela.- ¡Si es que no está haciendo suyo el texto!

Influencias.- ¡Este tío lo hace todo igual!

Marco político -social.- ¡Le han quitado al texto el compromiso social!

Marco Económico- ¿Cuánto le habrán dado de subvención?

Valoración General - ¡Muy oscuro de luces!

Cronología. - ¡Dios mío!. ¿Cuánto dura esto?.


Todas estas personas que entran gratis son grandes expertos en comentarios de este tipo. Supongo que al no pagar nunca, no aciertan con la economía y matemáticas pero lo subsanan con la magistral lección de Historia del arte.

Muchos de ellos muestran un gran afecto por los compañeros y dedicación por el oficio al permanecer sentados durante toda la pieza. Una vez que esta toca a su fin, se procede a la E.R.D. (Evaluación, Rosca y desdpedida).

Aquí se hace más notable la diferenciación entre compañeros actores y compañeros directores/productores.

Estos últimos, si el resultado no es de su agrado. Salen airosos, pero siempre educados (en casos indignados, siempre que hayan recibido más ayuda y subvención que ellos) y su despedida es más parecida a un acto institucional donde todos saludan al rey o al presidente.
En ocasiones, sobre todo en estrenos, se forma un pequeño paseíllo que, junto a los ramos de flores, más parece un cortejo fúnebre que una ronda de felicitaciones. En lo referente a la estética ¡Valgame Dios!.

Los coleguitas, compis, amiguetes, todos también actores. Lo viven de otro modo.
Por supuesto también con su estructura clásica de encuentro, conflicto y desenlace.
(Tras el estreno en camerinos, el compañero, ajeno al espectáculo, sufre para llegar a la puerta trasera.)
(Por Dios. Ya que no paga, tendrá que saludar)


- Enhorabuena. No. En serio. ¿Qué bien no?, oye. Pues no ha estado mal de gente?. (…) ¿Qué vais a hacer ahora? ¿tomamos algo?. Bueno os dejo que tendreís que cambiaros y recoger…

(en esos momentos llega un actor de la obra más confiado)

- ¡Holaaa!, Bueno. ¿qué te ha parecido?

(En estos casos no hay una forma lógica ni exacta de salir airoso, de quedar bien, de parecer simpático ni por supuesto de ser sincero)

- Bien, bien ya le decía… que digo que ahora nos vemos en el bar, ¿no? Y hablamos…

- Ah, si si, vale.

(Error, ha captado algo)

- ¡No, no!. Pero que muy bien ¿eh?.

- Ya,ya.

(En esta pausa dramática, piensas. ¡Si la obra que acabo de ver hubiera mostrado un momento de tensión como este, sería brutal!. Pero vuelves a la realidad y todos esperan tu réplica)

- ¡Pues lo dicho! Que nos vemos en el bar.

Es curioso, pero aun en el siglo XXI, éste es el momento en que más se demanda un “Deux ex machine”, para desaparecer por los cielos sin tener que saludar.

Fin del acto, oscuro, media vuelta y mutis por la puerta que da al bar.



Simón Ferrero. de “Escritos sobre el teatro”. todos los derechos registrados.

3 comentarios:

  1. Muy bueno Simón. Esto podría ser el comienzo de una buena obra de teatro.

    Mi opinión personal (y desde una cierta distancia) es que los actores sois un huevo de autocríticos, porque el "Ya, ya." es sobre todo autocrítica y muy dura, con el mérito que tiene hacer lo que haceis y encima poder vivir de ello.

    Estaría bien que hicieras otro capítulo para familiares y amigos no actores, de esos que convences un día diciendole.

    - Que te va a gustar, seguro, tu ven a verlo y ya verás.

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  2. ...estooo.....que bien esta el escrito este del blog no?.. bueno pues ya si eso nos vemos en el bar.

    Esta muy bien desahogarse de vez en cuando jeje

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  3. Jajaja... Cuánta razón tienes!! Personalmente, no estoy involucrada con el mundo de espectáculo, pero sí me gusta mucho el teatro. Y es tan cierto, como sabido, que ese tipo de cosas funcionan así, tal y como las describes.

    Y qué verdad llevas en eso de las invitaciones, lo sé porque tengo algunos amigos que son actores y siempre les escuche comentar este tipo de cosas!

    Un saludo,
    María, (extremeña también)

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